Desde Holanda
Lara Manqui
Coach ontológica
Hace algún tiempo tuve la cliente ideal de coaching. Ella tenía mucha facilidad para ver los errores que estaba cometiendo y cómo éstos estaban repercutiendo en su vida. Con cada sesión que teníamos, ella lograba ver con mayor claridad lo que necesitaba trabajar para mejorar su situación. Incluso, llegamos a tener conversaciones muy inspiradoras sobre cómo, con las nuevas herramientas que había adquirido, se iba a dedicar por fin a realizar sus más grandes sueños. Cada sesión que tuve con ella me energizaba y me sentí muy feliz y agradecida de poder apoyarla en su camino hacia su desarrollo personal.
Meses después de terminar nuestras sesiones me encontré de casualidad con ella. Le pregunté, de manera muy entusiasmada, cómo estaba y cómo le había ido después de la última vez que nos habíamos visto. ¿Su respuesta? “Mal, la verdad”. Ella se encontraba igual, o quizás peor de cuando habíamos iniciado nuestro trabajo juntas. Aún teniendo claro todo lo que habíamos conversado, y recordando sin problema cada aprendizaje, ella estaba prácticamente en el mismo lugar de su vida que hace varios meses atrás. Era casi como si el trabajo que hicimos juntas no le hubiese servido de mucho más que un ejercicio mental.
¿Porqué pasa que existen muchos que tienen el deseo de cambiar y crecer, pero muy pocos lo consiguen? Imagino que existe una variedad de razones, pero creo que todas parten de una misma raíz. Siento que es simplemente porque no hacemos el paso más importante para manifestar un cambio: ACTUAR.
¿Miedo, falta de auto-estima, o porque nos autoengañamos pensando que adquiriendo más y más información sobre nosotros mismos podremos realizarnos mejor? Sea por la razón que sea, si no logramos finalmente movernos y ACTUAR, no existe manera de concretar un cambio. Actuar es CREAR y crear algo nuevo en nuestra vida es una de las claves de la auto-realización.
Está claro que hacerlo no es tan fácil. Es comprometerse 120% con nuestros sueños y dejar las excusas de lado. Al ACTUAR ya no tenemos donde escondernos e implica la decisión de darlo todo por nuestra visión. Es casi convertirse en ese loco que está prácticamente obsesionado con su sueño, donde el resto del mundo queda un poco fuera de onda y algunas veces incluso tiene dificultad en aceptarlo o comprenderlo.
Y, la verdad, yo entiendo a mi querida paciente. No actuar nos hace sentir protegidos y seguros porque, al no correr riesgos, estamos minimizando las posibilidades de fallar y lastimarnos.
Pero llega un momento donde uno debe darse cuenta que protegerse de posibles caídas también significa negarse a posibles conquistas, y que vivir una vida abierta a luchar por nuestros sueños, sea lo que sea que eso nos traiga, es infinitamente más emocionante que vivir una vida con una invulnerabilidad aparente.
Entonces, si tú ya tienes ganas de dejar las ilusiones de lado y te sientes listo para crear lo que buscas para ti, quizás algunas de estas sugerencias te puedan ayudar para finalmente acumular la valentía necesaria y tomar acción:
1) Busca rodearte de personas que te alienten: Superar el miedo al qué dirán se hace encontrando un grupo de personas que sabes estarán para apoyarte y alentarte. Busca a tus “fans”; aquellas personas que admirarán el impulso que tienes para dar todo por tu sueño y se sentirán inspirados al verte tomar las riendas de tu vida. Hasta puedes incluir alguien que te haga responsable por lo que quieres hacer, una persona con quién puedas compartir lo que estás haciendo y revisar los planes que tienes para adelante. Ciertamente todos tenemos personas que nos aman y que quieren que estemos mejor, la clave está en buscar rodearnos de estas personas, dejando de lado otras que posiblemente no sean un aporte para nuestro actuar.
2) Cambia tu definición de la palabra “Fracaso”: Es un hecho que fracasar es uno (o varios) de los peldaños con que nos vamos a encontrar cuando vamos subiendo por la escalera hacia el éxito. De manera simple: no es posible triunfar sin fracasar. Los errores nos permiten aprender y modificar nuestras acciones para finalmente dar con la fórmula certera para triunfar. Entonces, ¿cómo podríamos redefinir el fracaso para que nos haga mayor sentido y nos deje de obstaculizar? Quizás asignándole un apodo más simpático, como “intento menos certero”, o “paso de pre-éxito”, o “un desliz educativo”, o posiblemente implementando una regla donde cada vez que cometamos un error ¡nos hagamos un pequeño regalo!. El punto es conseguir que el miedo al fracaso no nos paralice más y podamos avanzar hacia nuestros sueños siendo más compasivos y gentiles con nosotros mismos.
3) Busca un apoyo especializado: No necesitamos avanzar solos por el camino hacia nuestros sueños. Un entrenador personal puede apoyarte en bajar de peso o un terapeutate ayude a mejorar las relaciones interpersonales que mantienes en tu vida. Un mentor puede guiarte en crear un negocio propio y un coach profesional te puede ayudar a crecer en tu carrera. Si te fijas, hay un gran número de personas que tienen la disposición y que seguramente estarían muy felices de poder tomarte de la mano y acompañarte por este camino. Sólo debes atreverte a encontrarlas y darles la oportunidad, el espacio de darte un pequeño (o gran) empujón.
4) Encuentra un motivo superior: Si hacerlo por ti mismo no es razón suficiente para actuar, planteate un motivo mayor, donde el cambio que realizarás no sólo te beneficiará a ti sino también a otros. A lo mejor deseas un mejor estado físico, pero sólo verte mejor no te motiva, ¿qué tal si trabajas en hacerte más fuerte para apoyar a un ser querido que se ve limitado por su fuerza física? O si deseas mejorar el manejo de tus emociones pero no encuentras motivo suficientemente atractivo como para que te dediques a trabajar el tema, ¿qué tal si te imaginas cómo este cambio mejorará la vida de las personas que amas al poder contar con alguien centrado y estable? O si deseas crear un nuevo negocio pero te paraliza el miedo a fracasar, quizás puedas imaginarte a todas aquellas personas que se verán beneficiadas por el importante producto o servicio que ofrecerás.
Cualquier cambio que quieras realizar por ti mismo puede ser mirado desde el punto de vista del posible beneficio que dará a otros y puede que esta forma de mirar tus metas sea mucho más llamativa para empezar a actuar.
Para poder realizarnos debemos partir por conocer dónde estamos y dónde queremos estar, y una vez que tengamos esto claro debemos poner manos a la obra. Al tomar acción recién podrás apreciar la capacidad que tienes y verás que es mucho más de lo que te imaginabas.
Te invito a sacar todas esas posibilidades que sólo viven en tu mente y hoy les des vida concreta para de paso darte la oportunidad de asombrarte con lo lejos que puedes llegar.