Por Álvaro Santi
Tarólogo y escritor / @mundopsiquico
Hace un par de semanas atrás viajé a la ciudad de Concepción para reencontrarme con algunos lugares de mi infancia, sanar experiencias difíciles y buscar inspiración. Cuando estuve en la primera casa en la que viví, visité el templo de Schôenstatt en Montahue. Allí estuve más de una hora meditando y realicé algunos dibujos inspirados y psicografías. Este es uno de los mensajes que recibí, se trata de una reflexión sobre el dinero que comparto ahora con ustedes y espero los inspire.
La disposición para generar ingresos económicos está determinada por una serie de factores. Están, por ejemplo, los condicionamientos mentales y emocionales heredados del clan familiar. Se trata de las experiencias que la familia ha tenido con el dinero, el uso que le ha dado y los conceptos que han sostenido.
Hay familias que han engañado, traicionado e incluso asesinado por dinero. Es así como muchas veces el dinero esconde experiencias dramáticas y dolorosas. Es esa información transgeneracional la que actúa limitando las vías receptivas de la prosperidad; es esa información la que emite un mensaje de negación al dinero dificultando la obtención de éste.
Pero también puede ocurrir que la posibilidad de producir dinero enfrente a la persona a algo que no desea abordar como, por ejemplo, la independencia. Una persona que, obedeciendo a una estructura familiar determinada, tiene dificultades para dejar la casa de sus padres e iniciar una vida de mayor autonomía e independencia siente en lo profundo, sin poder explicarlo con palabras, que traiciona a su familia y evita inconscientemente la oportunidad de encontrar trabajo y generar ingresos económicos. Es por eso que, como es sabido, cuando alguien, a pesar de buscar trabajo no da con uno porque en el fondo de sí mismo lo está evitando. La pregunta es ¿qué es lo que evita esa persona? Esta pregunta puede ser fundamental no sólo para comprender la raíz del bloqueo, sino que además para cambiar la energía y el mensaje que se emite al Universo. Para realizar este ejercicio de reflexión hay que ser muy honesto y considerar que puede que la respuesta no sea inmediata. A veces la iluminación llega después de algunos intentos. También puede servir una conversación con otra persona de confianza, ya que puede hacer falta una visión más objetiva, con cierta distancia».