Por Álvaro Santi
Tarólogo y Escritor
@mundopsiquico
Estamos constituidos por cuatro aspectos que pueden ser vistos como cuatro vías de expresión de nuestro ser interior: la emocionalidad, la intelectualidad, la sexualidad y la corporalidad.
Si bien es cierto que cada uno de estos aspectos se expresa de forma diferente, también es cierto que cuando van por vías opuestas es como una sinfónica que no logra ponerse de acuerdo con la música final que están haciendo.
El siguiente y simple ejercicio pretende actuar sobre nuestro campo energético (aura) precisamente en esos momentos en que nos encontramos en un mar de emociones que nos nublan la mente y nuestra capacidad de pensar con claridad. Si sientes que tu corazón invade tu razón prueba con lo siguiente:
Siéntate en un lugar cómodo y donde sepas que no serás interrumpido. Luego de realizar tres respiraciones profundas pon tu mano izquierda sobre tu corazón imaginando un torbellino muy lento de color azul sucio y opaco, como si se tratara de agua estancada. Imagina que con tu mano, y realizando movimientos en círculo en sentido horario, aclaras ese color azul poco a poco. Cuando lo visualices limpio ubica tu mano derecha sobre tu cabeza y visualiza un color amarillo limón muy activo, con mucho movimiento, tanto, que desprende chispas del mismo tono.
Una vez realizado lo anterior prueba analizar la situación en la cual te encuentras para comprobar si ahora logras comprenderla y saber qué hacer. Pregúntate: ¿cómo me hace sentir esto que pienso?
El corazón sin la razón puede hundirnos en un mar de confusiones, el intelecto sin el corazón separa y se vuelve agresivo.