Por Sergio Ureta
Escritor, investigador científico, Médico cirujano-ginecólogo.
Autor de los libros «La inteligencia humana”, «Teoría sobre una deidad Suprema» (Mirada Maga Ediciones), entre otros.
Cómo se creó el universo y cómo se generó la vida, sin duda son dos preguntas que al vulgo (parte mayoritaria de la población que no destaca sobre los demás por ningún rasgo positivo o negativo) no le preocupa y seguramente no le interesa, lo cual es entendible, porque en la práctica, no tiene importancia para la vida cotidiana. Pero ambas interrogantes tienen a todos los científicos especializados con gran desazón por su ignorancia al respecto, y no lo ocultan, porque sólo se atreven a asegurar que las teorías que formulan una probable respuesta, siguen siendo “teorías”. Como también los muy convencidos que están es que cuanto más conocimiento se adquiere, más interrogantes aparecen. Esta idea atribuida a Einstein refleja lo que muchos científicos concuerdan. Desde el siglo IV a. de C. data la famosa frase “sólo sé que nada sé” dicha por el gran filósofo Sócrates, concluyendo lo ignorante que somos en este desconocido Universo.
En este artículo, por un tema de espacio, me centraré en la creación del Universo. La pregunta ¿cómo se creó el Universo? Es probable que haya estado latente desde que el Homo sapiens se transformó en doble sapiens, lo cual debió ocurrir hace no más de 20 mil años. Antes de Copérnico se creía que el Universo giraba en torno de la Tierra y ésta estaría inmóvil. Hasta mediados del siglo XX (no tanto tiempo) se pensaba que el Universo estaba estacionario, incluso se propuso la teoría que lo confirmaba. Sin embargo, desde 1910 algunos científicos, basándose en la teoría relatividad de Einstein, comenzaron a postular que esto no podía ser así (Incluso Einstein elaboró la constante cosmogónica que confirmaría una teoría estacionaria).
En 1927 el sacerdote y cosmólogo belga Georges Lemaître señaló que de acuerdo con la relatividad este Universo debió tener un comienzo, un origen, lo cual no fue tomado en serio por su condición de religioso, pues le atribuiría esta creación a Dios, aunque sus formulaciones astrofísicas estaban bien fundadas.
De inmediato surgieron las controversias científicas frente a estas dos posturas: el Universo estático versus el Universo con un inicio.
En 1929, el astrónomo Edwin Hubble observó y calculó que las galaxias se están alejando todas entre sí paulatinamente, lo cual avalaría que mucho tiempo atrás debieron estar juntas. Einstein cuando se enteró de esto dijo: “¡Este es el peor error cometido en mi vida!”, puesto que su teoría podía explicarla, señalando que él estaba enceguecido con la teoría estacionaria.
De acuerdo con esto, se postuló que efectivamente hubo un comienzo, porque la temperatura debería ser uniforme en el Universo. Así, en 1965 los astrónomos Penzias y Wilson descubrieron que el Universo tenía una temperatura homogénea de -270 º Celsius (3 kelvin, es la radiación de fondo del microondas). Por este descubrimiento les otorgaron el premio Nobel de Física, lo cual corroboró la teoría de un comienzo del Universo, porque éste se ha ido enfriando progresivamente desde su origen, hace 13.800 millones de años.
Por otro lado, las últimas investigaciones están demostrando que las galaxias se están alejando a mayor velocidad. Esto no tendría explicación, por lo cual se han planteado nuevas teorías tales como la materia oscura y la energía oscura, las que tampoco han podido ser demostradas.
Si bien se mantiene el nombre de Big Bang, que nació por un detractor de la teoría del comienzo, ahora se postula que si bien, lo hubo éste no habría sido una explosión, sino que una “singularidad” (semejante tangencialmente a un hoyo negro) desde la cual se generó el espacio–tiempo. Es decir, antes no existía el espacio ni el tiempo.
Hasta ahora ninguna teoría ha logrado explicar este Big Bang como esencia, si no que lo ocurrido un segundo después tendría una explicación físico-cuántica. no así el segundo hacia atrás.
Hay certezas de que hubo un comienzo energético en el cual se crearon el tiempo y las micropartículas que formaron la materia, sin embargo, sigue siendo una de las grandes ignorancias científicas. Ni siquiera se ha logrado confeccionar una teoría probable.
Y esta desconocida teoría del Big Bang, trae consigo otras preguntas insoslayables como por ejemplo, si esto comenzó ¿tiene un término? Y si hubiera un término ¿cómo sería? Aquí sí hay dos teorías,“Big Crunch” o «gran colapso», que consiste en que este Universo en expansión, en algún momento se detendrá por efecto de la gravedad y se reduciría hasta colapsar como ocurrió en el comienzo del Big Bang. La otra, denominado “Big Rip” o «el gran desgarro», consiste en la expansión infinita de las galaxias hasta que desparezcan por consumo de su propia energía. Hasta el momento ninguna de ellas concentra mayores adeptos.
Antiguamente todo lo desconocido se atribuía a la intervención de los dioses y, en la medida en que se descubrían las causas, éstas iban desapareciendo. En la actualidad, pese a los grandes avances tecnológicos, pareciera que “los dioses” van en desmedido aumento, claro que los científicos los reconocen en su intimidad.