Por Alvaro Santi

Constantemente establecemos acuerdos o contratos con los demás. Algunos corresponden a convenios conscientes, tales como una cita para comer o aceptar una propuesta laboral. Cuando la actividad finaliza, el contrato se disuelve y no quedan lazos. Sin embargo, hay muchos tipos de contratos totalmente inconscientes que se establecen con los demás. Por ejemplo, puedes tener un amigo con una inclinación fuerte a culpar a otras personas mientras tú, por otro lado, puedes temer llevar la contraria por miedo a que se enfade contigo. De modo que este amigo y tú, inconscientemente, han creado un acuerdo: siempre te pondrás de su lado contra los demás en cualquier caso, y tu amigo nunca se enfadará contigo.

1Aunque a algunos les cueste asimilarlo, varios contratos deben liberarse, porque usurpan el libre albedrío de modo inapropiado. He tenido numerosos consultantes que tras el final de una relación amorosa no pueden olvidarla del todo y menos aceptar nuevas relaciones en su vida. A menudo me encuentro con pacientes que han establecido contratos como: «Si cambias, yo volveré contigo» o «te esperaré siempre», «nunca volveré a enamorarme», o bien «no me permitiré tener otra relación porque al abandonarte me provocó mucho dolor y rabia».

También me he encontrado con contratos entre ex amantes, comprometiéndose a tener hijos juntos aunque no pretendan reanudar su relación de pareja. Estos tipos de acuerdos paralizan literalmente el área vital que controlan; no dejan cambiar de idea, olvidar o hacer lo necesario para seguir adelante. Otra clase de contratos muy frecuentes son los que se instauran en el interior de nuestra familia de origen. Estos contratos suelen ser los que más cuesta cerrar debido al grado de compromiso que suponen esos vínculos por una mal entendida lealtad.

El ejercicio que sigue a continuación ha sido creado para despejar y romper estos contratos relacionales que no te permiten crecer:

1. Cierra los ojos, e imagina que eres un árbol cuyas raíces penetran la tierra hasta su centro y sus ramas se extienden por el cielo hasta tocar las estrellas. Mantén esta imagen durante un minuto por lo menos.

2. Visualiza un documento legal en cuya parte superior figure la palabra «CONTRATO».

3. En la parte inferior del contrato verás tu propio nombre.

4. En el lado opuesto verás el nombre de la persona o grupo con quien has establecido el acuerdo

5. Ahora debes decirte de qué trata el contrato o visualizar el tema del contrato si lo prefieres.

7. Escribe «ANULADO» sobre el contrato de tu puño y letra, en letras grandes y rojas.

8. Rompe el contrato en dos y quémalo en un fuego de color violeta.

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