Por Sybila Oráculo
Periodista. Médium, Astróloga,
Sacerdotisa de la Diosa
El pasado 15 de mayo ingresó Urano en Tauro. En cada signo se estaciona, según algunos y otras opiniones, durante 7 y 8 años. Ya con Urano en Aries, la casa de la personalidad, este especial planeta venía inquietándonos con respecto de los cambios de hábitos materiales y nuevos impulsos de expresión. Por eso decimos que no estamos frente a un cambio a tontas y a locas. Arriba dirigido. Trabajado desde Aries; el lugar de una personalidad manifiesta, ahora en Tauro se asienta y se instala para materializar esas ideas renovadoras.
¿Qué nos enseña Urano?
Urano es parte de la triada de planetas y grupo denominados los Transpersonales, es decir, más allá de lo personal. Trasciende el yo. Trasciende los lugares de la personalidad individualista; para concentrarse en los cambios colectivos. Urano es un planeta que transforma y desafía los patrones taurinos.
Urano rige el signo de Acuario, que marcha en lo grupal, social la pertenencia de los que resuenan con algo y lo pulsan. Como es un signo fijo, Acuario tendrá esta tendencia a querer establecer esta idea nueva y revolucionarla para fijarla; es decir validarla, instalarla y darle curso y continuidad. Vivir lo cotidiano para materializar el cambio.
Ya comenzaremos a ver leyes nacionales e internacionales con respecto a esto. La fuerza de un deseo de materializar. Una nueva visión. Tauro está en casa 2, que relaciona la economía y el disfrute. El lugar desde donde administro y además materializo e invierto lo que gano con trabajo y esfuerzo. Y nos viene a dar pautas, por ejemplo, de esos cambios en la forma de ver y usar el dinero; el trato o la relación que teníamos con él.
Urano es un planeta que rige Acuario, es decir, la era en la que estamos. Por ende, nos marca un cambio de paradigma que vivenciamos. Es cosa de mirarnos cuando en las noticias percibimos gritos sociales de: basta, basta, y más basta. Basta de pedofilia, abusos a las mujeres.
Ojo que Urano es un planeta de cambios radicales. Y esos cambios no son, aunque lo parezca, en relación con una estructura en específico, por lo cual, no está ensañado con algo personal por ejemplo: todos contra la iglesia católica ¡No! A Urano le da lo mismo si el pedófilo es católico, ortodoxo, judío, mormón o evangélico…Urano llega para ayudarnos en crear este cambio hacia la costumbre depravada de abusar y sobre todo, quiebra los abusos relacionados con el dinero. ¿Por qué hablamos de esto en esta casa de Tauro?; porque se nos revela este tema junto al proceso astrológico.
No veremos reflejado los temas de dinero y materiales sólo en esta casa. Sin embargo, las tradiciones nos marcan y muchas veces nos limitan; acompañadas de patrones culturales. Poseemos muchos patrones de abuso y dependencia material. ¿Cuántas empresas viven de esto y quienes trabajan ahí lo validan como algo natural?
La mayoría de los abusos a los niños y jóvenes proviene de la familia directa y muchos abusos implícitos están relacionados con temas económicos: Hay matrimonios de adultos con adolescentes por conveniencia de la familia. Cuántas de estas prácticas aún continúan en el planeta y antes era más común ver personas que se casaban con parejas para salvar las economías familiares.
También es inevitable que no existan cambios en el paradigma moral de los tabúes del cuerpo, por ejemplo, cómo vivenciamos nuestra inversión en lo sexual, en todos sus placeres materiales y corporales. Cambiará la energía sobre la concepción del placer. Pues Tauro rige los valores. Si exploramos formas colectivas de mayor calidad en el placer versus cantidad; entonces mejoraremos nuestra salud alimenticia, y de paso ¡nuestra salud física y sexual!, evitando las enfermedades sexuales. O las mujeres al replantearse los roles con respecto a lo doméstico como deberes impuestos y autoimpuestos por patrones consuetudinarios.
Y cómo no, si Tauro está regido por venus, el planeta de los placeres (placeres que también pueden volverse excesos) y todos esos gustos que nos damos. El lujo de satisfacerlos a nivel doméstico. Por ende, Urano con su fuerza nos hace cambiar aquello que no es justificable con nada; como la alimentación insana, los excesos. O las inequidades injustificables respeto de los sueldos de las mujeres versus los varones. O la manera en que tratamos a quienes nos ayudan en el trabajo doméstico; tanto legal como en nuestros valores humanos. El tema de la contratación de empleados, personas de países extranjeros y cómo los tratamos o discriminamos, todo, nos obliga a preguntarnos: ¿cómo vivimos?
Un planeta transpersonal nos conecta con comprender lo social, lo colectivo.
Comprender cómo dañamos nuestro entorno, las plantas, animales; los abusos que hemos cometido con estos reinos que por siglos consideramos inferiores, y cómo los hacemos sufrir cuando torturamos a esos seres vivos cuya carne es el alimento, o el agua y su valor.
Los niños que nazcan vendrán a cambiar los valores. Desde lo material hasta el cómo nos relacionamos con nuestra madre naturaleza. Es sobre energía material con la que hemos vivido. Las nuevas generaciones nacen con una idea distinta sobre el manejo de los recursos.
Las personas lo vivenciará de manera diferente; a ritmo personal. Pero nos haremos cargo de todo lo mencionado. Nos haremos más conscientes de los recursos naturales, aunque nos tomará tiempo ponernos de acuerdo en los códigos legales y valóricos para visualizar, cómo nosotros integramos esto desde nuestro espacio personal hacia lo colectivo.
Tendremos una tendencia social, pero no todos pensamos igual. Si antes seguíamos como jugando al monito mayor las costumbres o, quizá, por miedo al cambio seguíamos muchas pautas colectivas dañinas, hoy retornaremos a la reflexión desde el interior hacia la manifestación exterior, y no sólo sobre lo que somos, sino en lo que estamos haciendo en relación con el planeta que habitamos, y con el derecho a gozar de nuestro trabajo, la igualdad y nuestros derechos.
Con esta influencia, nuestra mirada debería ser más omnisciente, consciente. Sin embargo dichos cambios no serán tan obvios, sobre todo entre agosto y noviembre, pues en ese periodo Urano comienza a retrogradar. Eso significa que vuelve a Aries, un tiempo, se devolverá como los pasitos al estilo Michael Jackson, se detendrá, dará vuelta la cabeza como Michael, ajustará el sombrero, observará algún detalle con el que quedó inseguro y luego continuará adelante.
Esto nos habla de que, a veces, nuestra personalidad, marcada en Aries, se niega a realizar ciertos cambios y se resiste con fuerza caprichosa y egótica de la constelación regida por la energía solar imponente, y se conjugará con la electricidad de Urano.
El mundo tecnológico
Estamos en la era de tecnológica y redes en que se nos instalan diversos desafíos y contradicciones. ¿Cómo haremos para que toda esta red tecnológica que nos gusta, que nos mueve, que nos ayuda a estar globalizados, conectados, y que nos da trabajo, estudio, no nos dañe? Hoy, la tendencia es: redes, redes, redes.
¿Cómo puedo hacer que esto sea una situación sustentable para mi cuerpo, para el planeta; para no atrofiar mis neuronas con tanta tecnología?¿Cómo encuentro ese equilibrio entre el placer que me produce la libertad de expresión, de las redes y el acceso a la información versus la necesidad de conectarme de manera sustentable y sana para la naturaleza? El cambio de hábitos que gobierna Tauro es esencial con la voluntad para lograrlo. Estamos frente a un desafío global para el mundo y personal para cada uno de nosotros. ¿Cómo enfrentaremos estas paradojas? Si a Urano le gustan los desafíos, veremos muchas de estas propuestas manifestarse: veremos tecnología para cuidar la naturaleza y el reciclar; métodos más avanzados de paneles solares, por dar un ejemplo. Veremos mucho de eso en ámbitos ecológicos y muy marcados en lo social; que ya se venía manifestándose, pero que durante este ciclo se verá materializado con mayor presencia y perfección.
Te recomiendo realizar una lectura de carta natal y conocer cuáles son tus tránsitos para desentrañar estas interrogantes. Conoce cuál sería la mejor fórmula e acuerdo con tu propia ruta de navegación. Lo importante es que tú seas protagonista de estos cambios de manera activa y pensante, consciente, así la sociedad también podrá lograr vivir este trascender positivo que todos necesitamos. Me refiero a aquello que nuestros pueblos andinos denominan, Sumak Kawsay, es decir, el buen vivir. O en otras palabras, una vida en plenitud material y espiritual.