Por Valeria Solís T.
Terapeuta energética Adaba. Escritora. Periodista UDP
Directora Mirada Maga Ediciones. IG @MiradaMaga

Nunca había entrevistado a una familia, y como un pulsar de distintos sonidos ocurrió. El padre, Carlos Cruz, músico desde niño,  y que sin embargo le dio total espacio en la juventud; la madre, Paola Demarco, ilustradora y pianista desde que tiene uso de razón y el hijo, Juan Salvador, baterista de 6 años. También estuvo el abuelo, testigo de la conversación.

El sonido de la música los atrajo como pareja cuando en Viña del Mar, Carlos Cruz, guitarrista, bajista y compositor encabezaba el proyecto del grupo Jade, en ese momento la idea era unir distintas disciplinas artísticas en un mismo escenario, nacería «451» una obra basada en el libro Farenheit 451, con un concepto de rock conceptual en mente, dieron espacio a sonidos del rock progresivo, ilustraciones, imágenes en audiovisual y toda una atmósfera que le daría otro color al Teatro Municipal de Viña del Mar. Era mediados del año 2000. Luego vendría una combi, para recorrer con más libertad las carreteras, siempre con los instrumentos a cuestas; también decidirían dejar la urbe de la quinta región y acercarse cada vez más a la naturaleza. «Vivimos en un bosque en la punta del cerro», me aclaran. Pero es precisamente ahí donde surge toda la magia, donde preparan el segundo álbum del grupo Kafod y comparten las tardes de improvisación con Juan Salvador en la batería, sin duda una historia para contar.

4¿También te interesas por la música desde niño?

-Parte desde pequeño, como a los 8 años me incorporé al coro del colegio y luego me interesé por la guitarra, a los 16 años aprendí bajo eléctrico y formé distintas agrupaciones, y cuando salí del colegio continúe con otras conformaciones.

¿Siempre pensaste en dedicarte a la música?
-La verdad es que no, salí del colegio sin saber mucho qué hacer, me metí a estudiar arquitectura en la Católica de Valparaíso, después me salí y me metí a estudiar administración hotelera, pero sin cachar mucho. La música siempre me había gustado, pero no lo había visto como una opción real de trabajar en ella, sin embargo mientras estudiaba me salieron trabajos como músico, toqué en pubs haciendo covers y ahí lo fui viendo como una opción viable.

¿Y te dedicaste por completo a la música?
-No, terminé y me titulé en administración hotelera, pero nunca ejercí. Me dediqué a tocar en distintas bandas con covers y con música original. A mí siempre me gustó la música conceptual, el hecho de contar historias, siempre inspirado en grupos como Pink Floyd, Rush, el rock progresivo, así es que me dediqué de lleno.

¿Y la composición cómo surge?, porque no necesariamente alguien que se dedica a la música compone, además tocabas guitarra y bajo.
-Siempre traté sobre los temas sociales, las desigualdades en la sociedad o la falta de oportunidades o el daño al planeta y esa fue una temática que siempre abarqué en mis composiciones. En Jade por ejemplo, que es el grupo anterior a Kafod con quienes también hacía rock conceptual, nos inspiramos en un libro «Farenheit 451» de Ray Bradbury  y lo musicalizamos, pero adaptándolo a la sociedad contemporánea. Tomamos distintas escenas del libro y las fui traduciendo en canciones.

¿A qué te refieres con rock conceptual?
-A tomar un concepto, una temática que se desarrolla musicalmente. Tomo un concepto y todo el disco gira en torno a esa temática.

Paula: Y no es sólo la música, también se trata de incorporar arte visual, videos, escenografía, actuación teatral sobre el escenario. Yo partí en Jade con ese proyecto. Venía saliendo de la carrera de diseño gráfico y apoyé a Carlos en toda la parte gráfica y en la organización del disco y del concierto.

¿Pero ahora eres también tecladista de Kafod?
Paula: Claro, pianista, tecladista y soy la ilustradora de los discos.

¿Se conocieron en Jade entonces?3
Carlos: Sí, en ese proyecto que se llamó 451. Ahí la Paula trabajó en la carátula del disco y de las proyecciones audiovisuales, porque lo lanzamos en el Teatro Municipal de Viña del Mar y presentamos un show muy elaborado, incluso con vestimentas especiales.
Paula: Eran distintas artes reunidas en un solo concepto.

¿Cómo se arma Kafod y qué significa el nombre?
Carlos:Kafod es el nombre de un personaje que inventé para el grupo Jade, fue para el primer disco, y ese personaje lo tomé, porque me pareció potente y llamativo para este proyecto personal, que quería hacer, porque Kafod partió como un proyecto de solista, pero como me gusta trabajar en bandas con baterista, bajo entonces tomé el nombre y Paula siguió trabajando conmigo. Yo ya sabía que tocaba teclado así es que la incorporé a la banda y en un principio también sumé a otro guitarrista.
Paula: Es que como vivíamos al lado era súper fácil juntarnos; viviamos en Miraflores en Viña, y se dio muy natural, porque nos poníamos a trabajar en las partes gráficas del disco y decíamos «toquemos un rato» y nos poníamos a improvisar. Ahí se empezó a armar.

¿Paula también estudiaste música?
-Desde muy chica, como a los 5 años, me di cuenta que quería ser ilustradora, y también estudiaba piano (por influencia de su abuela). En el colegio ya tocaba en eventos, matrimonios, me sacaban de clases y todo. Tenía muy buenos profesores de piano, en los Andes, yo era de allá, estudiaba en la casa de la cultura de allá. Después me metí en una banda de jazz fusión, lo que me permitió salir un poco de la parte docta que fue con lo que partí; el jazz me abrió la cabeza. Después cuando salí del colegio no sabía si estudiar música o arte Finalmente me vine a Viña a estudiar diseño y seguí estudiando música por mi cuenta. Cuando terminé el proyecto de título me encontré con Carlos que tenía este proyecto maravilloso, donde incluía música y arte, entonces para mí fue fantástico, y después seguimos con el proyecto personal de él, Kafod, y de ahí surgió una historia donde ya llevamos 8 años juntos.

Y Jade termina…
Carlos: Claro, después que sacamos ese disco tuvimos algunas diferencias con respecto a la dirección que iba a tomar la banda y más aún cuando formo este nuevo proyecto que hoy día se transformó en un proyecto de vida, en una familia. Si bien partió como una agrupación con un baterista, bajista, guitarrista y la Paula en teclado, eso duró sólo hasta el 2014.

11215706_10153586098446708_4512712501310364159_n¿Cuándo nace el álbum «Nuevo Pulso»?
-Lo grabamos en 2009 y salió el 2010, hicimos tocatas como conjunto, pero la agrupación en su minuto varió, se fueron moviendo las piezas hasta que el año pasado se nos encomendó musicalizar una obra de danza contemporánea que se había ganado un fondart y ahí trabajamos sólo Paula y yo. A eso se sumó que como familia nos fuimos a vivir al cerro, más alejados, cerca de Quinteros, y ahí se volvió más difícil trabajar con la banda, porque además nos enfocamos más en la educación de Juan Salvador. Estábamos en otra parada y al final todo se dio por otro lado. Además  que Juan también salió con dotes artísticos, él hace música y dibuja.

¿Dónde pudieron dar a conocer ese primer disco?
-En muchos eventos que se dieron en mismo Quilpué , ferias del libro, en Viña, después ganamos un fondo de la música para hacer una gira por el Aconcagua y llamamos al proyecto «El nuevo pulso para el Aconcagua», donde también presentamos un show bien armado con ilustraciones, proyecciones audiovisuales, manteniendo lo conceptual y la temática de ese disco. «Nuevo Pulso» tenía mucho que ver con el nacimiento de Juan, de hecho la grabación se hizo cuando Paula estaba embarazada, entonces se abordó como el tema del nacimiento para llevar a cabo el disco. Ahora eso sí, se ha dado un público más familiar sobre todo ahora que Juan también está tocando a veces. En Argentina y México ha funcionado bien el álbum. Nadie es profeta en su tierra…

Hace unos 5 años nos compramos una combi con la cual salimos a recorrer llevando siempre los instrumentos, y empezó a pasar que quedábamos nosotros dos y el resto de la banda no se sumaba, no enganchaban mucho con salir a todo terreno y además que salíamos en familia, entonces solo se fue produciendo una separación de trabajo, no de amistad.

Era casa rodante…
-De hecho tiene camas y todo, y bueno en ese sentido no nos queríamos limitar y solo tocar como banda, a veces íbamos al sur o al norte. Y ahora se está dando mucho que participamos en expo ferias y nos instalamos con la combi, armamos un set, llevamos los parlantes y la combi nos sirve como escenario.

¿Cómo se puede interpretar el estilo de ustedes?
Carlos: Si bien nuestras influencias más grandes son del rock progresivo, Génesis, Yes,  y como te decía Rush, Floyd, no nos gusta encasillarnos en un estilo.
Paula: Ahora nos metimos en un público que le gusta el rock progresivo, y nos dimos cuenta que teníamos mucho en común con los estilos de vida también, porque no es un tipo de música como de entretención, sino para escucharla, es más cultural, es más under,un poco.
Carlos: Además por las sonoridades, el rock progresivo integra mucho los sintetizadores y la Paula con los solos de teclados y los sintetizadores le da ese color.

En Salzburgo

En Salzburgo

Fueron a Europa hace poco, ¿fueron a probar suerte?

Paula: Fuimos este año, es que mucha gente nos decía que teníamos que salir y probar allá, porque había mucha cultura, pero queríamos ver. Mi mamá se fue a vivir a Alemania como hace cinco años atrás y nos invitó, y nosotros cada vez que salimos no perdemos la oportunidad de llevar nuestros instrumentos, gestionar y abrir puertas.
Carlos: Tocamos en un par de pubs en Berlín, y también tocamos en las calles, en el parque central de allá.
Paula: Nosotros teníamos un poco de nervios de tocar en la calle, pero nos dijeron que en Berlín todas las calles son un escenario y que había para todos los gustos, y tanteamos por un lado y otro y encontramos ese parque, siempre terminamos cantando en los bosques (risas), se juntó mucha gente fue súper lindo y una experiencia súper nueva para nosotros.

¿Viene otro disco ahora?
Paula: Sí, estamos muy entretenidos con el nuevo proyecto, porque nos gusta cómo está resultando en cuanto a la experimentación sonora, y ahora se da mucho lo de trabajar en la casa, como home studio, entonces tenemos toda la libertad y el tiempo para probar distintos sonidos y distintos instrumentos. El disco está saliendo súper variado y creo que responde a esa libertad que nos estamos dando.
Carlos: Ahora estamos trabajando singles. Probablemente salga el otro año. Como todos, vamos a postular a fondo de la música, pero si no sale lo haremos de otra manera, es caro hacer un disco y uno se topa con el tema del financiamiento, pero el próximo año si o sí lanzamos el disco.

¿Y qué pasa con Juan Salvador, su nombre surge del libro «Juan Salvador gaviota»?
Carlos: Sí, sí, precisamente cuando la Paula estaba embarazada lo leí, no lo había leído antes, y me gustó mucho.

¿Y su interés por la música fue azuzada por ustedes?
Paula: Se dio de una manera muy natural, y creo que es lo que pasa en las distintas familias de artistas, los hijos crecen dentro de ese ambiente y cierto oficio o arte es un lenguaje más que aprenden.

5

Kafod en pleno, el abuelo, el padre, la madre, el hijo.

Pero él se interesó por la batería, que es mucho más dificil, ¡además es muy grande!
-Cuando tenía como ocho meses le compramos un tamborcito que no lo soltó más y empezó a juntar metalófono y todas las cosas que teníamos de percusión; él solito empezó a juntar los instrumentos y así estuvo harto rato. Nos dimos cuenta que tenía harta habilidad rítmica, tocaba todos los temas que nosotros tocábamos, y un día el baterista de la banda dejó la batería en la casa y él aprovechó. Estaba feliz con el tremendo juguete que tenía, y hablamos con todos los de la familia y decidimos comprar una batería con todo lo que se necesitaba, pero en chiquito, ¡tenía dos años! Yo pensaba que a los 10 años podría interesarse en algún instrumento, ¡pero no a los dos! Avanzó un montón, él tiene una motivación y una concentración que hasta a nosotros nos sorprende. Y bueno, con esa batería hizo su primer concierto.

¡¿Cómo?!
-Es que él nos vio participar en muchas presentaciones, y nos decía «cuándo voy a dar yo un concierto», y en las pruebas de sonido él trataba también.
Carlos: Y cuando iba a cumplir 5 años dijo que lo que él quería era hacer un concierto, y nos puso a hacer afiches, sacar temas, hacer todo lo de un concierto. Estudió y preparó temas de Pink Floyd, Peter Gabriel, no esperábamos que iba a ser para tanto, nosotros lo tomamos como algo liviano. Pero ese concierto se viralizó, hubo un video que llegó para todas partes, era un tema de Pink Floyd que llegó hasta al baterista de ellos y lo tuiteó en su cuenta, y llegaron los medios de comunicación.

¿Y como papás tienen la expectativa de que sea baterista profesional?
Paula: Dejamos que sea muy libre, con estos temas hay que ser muy cautelosos, de que no sean presionados, porque eso provoca bloqueos en los niños, de que uno espere mucho de ellos, pero lo oriento sobre la importancia de esforzarse y de perseverar. Cuando estamos los tres tocando lo pasamos súper bien, se provoca una conexión muy linda. Pero claro, nada de esto lo hubiéramos podido lograr sin el apoyo de los padres de Carlos y los míos. (Más información www.kafod.cl)

«Fábula del día de la Tierra» es uno de los singles de «Nuevo Pulso»

Juan Salvador en la batería:

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