Por Gonzalo Olivares Fita
Terapeuta en biodecodificación
Todos nos encontramos alguna vez con un gran conflicto que creemos no podemos resolver. Una situación que según nuestra mirada, no tiene salida. Pedimos consejos a nuestros amigos, o personas de confianza, pero terminamos, muchas veces, frustrados sin hallar la anhelada solución.
¿Y si todo problema, tuviera miles de soluciones probables que no logramos percibir?
No pretendo entregar soluciones a lo que ves como un problema, pero sí puedo demostrarte que tú puedes encontrar esa solución a cualquier aprieto y esto no es ningún truco o principio mágico, sólo es una forma de percibir tu realidad.
Primero debes abrir tu mente y lograr entender que no existe tal conflicto, la idea es que puedas considerar que aquello que percibes como problema sólo es una apreciación personal de dicho suceso. Quizá esto te sonará extraño, pero te das un tiempo y ves la realidad sin enjuiciarla, entendiendo que todo lo que percibimos los seres humanos no es más que una interpretación de aquello que estamos viendo, entonces podrás distinguir aristas que hasta el momento no habías podido identificar. Nuestra realidad es percibida de manera subjetiva, por lo cual, al desapegarte podrás encontrar otras soluciones.
¿Te has dado cuenta que cuando surge un problema, la primera sensación es que te parece enorme? Pero también podrás darte cuenta que al pasar del tiempo lo pueden asimilar de otra forma.
Hagamos un ejercicio de visualización:
Imagínate frente a un problema como si fuera algo visible y concreto, de pronto, comienzas a crecer más y más, te das cuenta que eres muy grande y además te sientes con un poder inmenso. Observa cómo el problema pierde tamaño hasta verlo como muy pequeño, tanto que podría caber en la palma de una mano. Comienza a sentir que ese problema pierde toda su fuerza, todo su poder. Fíjate ahora que tu mente ya no se abruma y desde ahí puedes enfrentar con soluciones asertivas.
La posición en la que ahora te ubicas es que dejas de darle fuerza al problema, dejas de ceder el protagonismo de tu vida al mundo que te rodea; te empoderas con la claridad y conciencia de que eres tú quien puede cambiar la percepción de tu realidad. Claramente eres más que la situación, eres vida, eres un alma en expansión.
Muchas veces ocurre que las personas se desvalorizan tanto que sienten que no son merecedores de recibir soluciones a las vicisitudes de la vida. Finalmente la explicación a la no resolución de un problema, se debe a la falta de amor hacia uno mismo y por tanto, no creer en nuestras propias capacidades. Nos creemos pequeños, sin darnos cuenta de que somos parte de de lo infinito, de lo inmensurable que escapa de nuestra imaginación.
Por lo tanto la solución está frente a ti, comienza por creer en ti, a desarrollar la confianza en tus capacidades hasta sentir certeza de lo que eres capaz de hacer.
Recuerda, eres más que cualquier problema que puedas experimentar. Eres amor, eres el universo.