Por Valeria Solís T.
Directora de Mirada Maga Ediciones
*Esta entrevista se realizó en 2017
Cuando la sabiduría es parte del papiro de una persona, no hacen falta ni títulos, ni edades, ni exageradas presentaciones, es lo que comprendí con certeza al cierre de esta entrevista. Estaba distanciada por el mar Atlántico con mi entrevistado y hablamos vía skype. Previamente me había leído sus dos libros y sabía que vendría a Chile a fines de Junio, pero me generaba gran curiosidad saber cómo lograba convocar cientos y cientos de personas en distintas partes del mundo. Joven, sencillo, directo, podrían haber muchos como él, pensé. Pero me topé con algo distinto, había honesta sabiduría, conocimiento esencial como si hubiera ido al centro de sí mismo para luego salir al mundo a contar lo que sintió, vio, vivió y también preguntar ¿Me acompañas?
Sergi, hace diez años te dedicabas a la fisiología y comienzas un cambio personal que te lleva a ser un orador de ciertos pensamientos sobre qué es la realidad ¿Cómo llegas a estas reflexiones?
-Hay dos niveles en el suceso (de cambio) uno en que me llevaron a experiencias que me sumergen en un prisma distinto al cual yo estaba acostumbrado. Un prisma que recuerdo o reconozco haberlo vivido de pequeño, pero una vez crecido eso estaba bastante olvidado. Por otro lado, surgía el reconocimiento de una profunda frustración, de intentar sobrellevar esos conocimientos y no tener las herramientas. Fue darme cuenta que todo lo que había aprendido, había leído o se me había enseñado no podía ofrecerme nada que me permitiera vivir en paz esa situación. Entonces ahí hubo una muerte, fui muriendo, hasta que empecé a descubrir que detrás de esas muertes quedaba algo, una esencia, que si la escuchas, te habla. Y te habla no de estrategias para vivir, sino que te invita a vivir la vida, te dice ¡vívelo! Y, si no sabes lo que te está ocurriendo, vívelo o si no comprendes por qué te ha abandonado una persona, por ejemplo, vive el abandono para poder comprenderlo.
Pero de alguna manera, ¿te refieres a problemas familiares, personales, económicos que te llevaron a eso?
-En mi caso fue un tanto Steven Spilberg, no suelo contar los detalles para no generar confusión, pero hubo un momento que lo podemos llamar despertar, donde yo empecé a concebir la realidad de otra manera. Eso me llevó a un colapso emocional, mi mente no podía asumir lo que estaba experimentando y, junto a eso, mi abuela estaba muriendo de cáncer. Mi familia no sabía qué me ocurría, mis amigos me dieron la espalda, por lo tanto, estaba en un proceso de despertar sin comprender lo que me pasaba y además, de profunda soledad.
Yo vivía con mi abuela en ese momento, vivíamos los dos juntos, y ella ya estaba despidiéndose… Fue todo tan intenso que colapsé, pero en esos momentos sentí lo que te explicaba antes, esa conciencia que me decía «vívelo, no lo juzgues, porque no sabes aún si bueno o malo»; «vive la muerte de tu abuela y descubre qué es la muerte». Concretamente fui quien acompañó a mi abuela a morir, le estaba cogiendo la mano, en su proceso de dolor, estuve ahí.
Es muy potente lo que me cuentas, porque es una profunda y hermosa metáfora lo que viviste, me contabas de tus procesos de muerte por despertar y al mismo tiempo acompañabas a tu abuela en su proceso de muerte.
-Exactamente, todo es metafórico todo el tiempo…
Quiero ir a lo que planteas de que en el fondo somos una conciencia que está viviendo y ahí se une mucho el tema de la metáfora, pero también da vértigo, cuando uno dice y bueno ¿qué es la conciencia?, ¿es el alma, una molécula?
-Para mí fue crucial darme cuenta que mi perspectiva de la realidad no era real, era una perspectiva. Ahí fue cuando empecé a descubrir que detrás de lo que yo era, el chico Sergi, había una conciencia que estaba siendo Sergi y eso no es nada estratosférico, sino que es muy íntimo, es un espacio de conexión con uno mismo; es como conectarse con esa parte previa…, previa a ser educado, previa a ser culturizado, sociabilizado, y desde ahí uno descubre una referencia mayor a su propia vida. Parece muy espiritual, pero no lo es, pues es muy cotidiano ¡y no lo vemos!, porque estamos sometidos a nuestras interpretaciones de las cosas. La interpretación que yo tengo de mí, no me permite ver esa conciencia que yo, tú y todo, es.
Muchas corrientes espirituales o filosóficas plantean el hecho de que somos parte de un Todo en común, energía, fuente, amor. ¿Lo ves así, que somos parte de una gran fuente de energía?
-Fíjate que mi función, ahora mismo está siendo explicar en palabras esa conexión, pero en realidad es algo tan simple como cuando vas a pasear por los Andes y de repente ves su magnificencia y te sientes tan pequeño, pero, al mismo tiempo, te sientes parte de esa magnificencia. Ésa es la conciencia de la que estamos hablando, y tiene su fuente, tiene su precursor; cuando te unes y sientes que algo está animando esa naturaleza, que una flor no se anima a sí misma, hay algo que anima eso y te sientes parte de ese Todo.
Hay un momento en que vas por la montaña y haces esto (respira una bocanada de aire)…estoy en contacto con la ¡fuente! y en ese momento nace una respiración profunda, una inspiración de bienvenida, como de decir: ¡lléname! Eso es la conciencia, la espiritualidad, pero no se puede teorizar. Yo lo hago, porque mi función es ésta para invitar a más a esa inspiración.
¿Tu pones el concepto de divino o espiritual?
-Lo he llamado absoluto, lo he llamado divino, lo he llamado la conciencia universal, uso muchos términos para que nadie acuñe el término.
Tú planteas también que para conectarse con la fuente universal, como la llamaremos hoy en esta entrevista, es necesaria la comprensión de la energía amor, ¿cómo llegas a comprender eso?, generalmente se llega a partir del dolor.
-(Sonríe) Todo está incluido, supongamos que yo estoy muy triste y si yo le doy la bienvenida a esa tristeza, ya estoy amándola, respetándola. Y eso genera un cambio, genera alquimia, porque le permito a la tristeza que me toque por fin y así puedo comprender la naturaleza real de la tristeza y puedo ver que es intensidad, que es conciencia, que es sentimiento, y me doy cuenta que la ira también lo es y la alegría también lo es. Por lo tanto, lo veo dentro de un marco de unidad y eso es el amor, es el marco de referencia de unidad, que los seres humanos lo experimentamos de muchas formas, cómodas e incómodas.
Creo que también implica el hacerse cargo como persona
-Sí. Para mí es una invitación tan lógica, es a vivir lo que estás viviendo, eso implica esfuerzo cero, ¡planificación cero!, es en el momento, pero al mismo tiempo también es altamente creativo, porque no estoy repitiendo patrones, estoy viviendo. Si alguien me abandona por ejemplo, me abandona mi pareja, yo puedo sentir lo que es eso y puedo sentir la soledad que hay detrás, y puedo darme cuenta que esa soledad lleva tiempo acompañándome y no tiene nada que ver con mi mujer que me abandona, entonces cuando integro esa soledad, la siguiente persona que me abandona, ya no me abandona, sino que me está mostrando mi soledad, y cuando eso lo integro, la siguiente persona ya no me muestra la soledad, ves como es la vida, ves que hay personas que van y vienen. (Entonces) son distintas perspectivas que van a depender de cuán dispuesto estás tú de vivirlo. Si lo rechazas te van a seguir abandonando, no porque te abandonen, sino porque tú los verás como abandono.
Pienso que acá hay un tema del consciente e inconsciente, pero por ejemplo qué pasa con las personas que quieren salir adelante, ponen toda su voluntad, desean comprender lo que les pasa, pero te encuentras que todo partió con el maltrato de un padre, después tienen una pareja maltratadora y luego una jefa que los maltrata, ¿cómo se sana eso, cómo se revierte?
-Para mí es muy simple, viviéndolo, con mayúscula, porque hasta que yo no viva lo que me sucedió con mi padre, eso no estará resuelto en mí y cuando no lo he resuelto lo estaré viendo ahí afuera todo el tiempo . Porque nuestras emociones son energía también, y la energía ni se crea ni se destruye, por lo tanto, no me puedo deshacer de ella, pero la energía sí se transforma. Entonces para transformar ese dolor, que es inconsciente, tengo que traer conciencia, ¿cómo traigo conciencia? viviéndolo, pues cuando lo vivo soy consciente. La problemática que veo en la gente hoy en día es que no quieren vivir lo que está sucediendo en sus vidas, y lo repiten constantemente.
Hay dolor o miedo…
-Mira, mucha gente me dirá tengo tanto dolor o miedo que no lo quiero vivir, pero si no lo vives, nunca sabrás vivir el dolor y el miedo, y cada vez que vengan generarás el mismo dolor y el mismo miedo, y no podrás vivir tu vida mientras tu vida sucede, y eso te lleva a sentirte desconectado, y ahí surge la pregunta ¡¿por qué estoy aqui?! obviamente que para vivir, pero muy pocas personas hacen ese abordaje, porque pocos están abiertos a descubrirlo en sus propias vidas sufrientes.
¿Cómo interpretas tú el consciente e inconsciente?
-Mi conciencia, es también inconsciente, porque no sé de dónde viene, no soy consciente de dónde saco mis pensamientos, de dónde saco mi personalidad. ¿Por qué?, porque es la punta del iceberg del gran inconsciente, y ahí generamos una separación que no existe. cuando haces consciente al inconsciente, tu consciente deja de ser personal, hay una experiencia de amplitud, pierdes los limites de tu mirada personal, ya no ves al otro como un otro, sino como parte de ti.
Lo que me describes se puede sentir a través de la meditación, ¿tú llegas a experimentarlo desde ahí también?
-Descubrí que cuando yo meditaba, y me ponía en una disposición de lo que entendía por meditar, no estaba meditando sino que estaba haciendo lo que yo entendía por meditar y eso me llevaba a un sitio que era lo que yo comprendía que debía llevarme, pero descubrí que la vida es meditación, este instante es meditación, si lo uso para verme a mi mismo. Entonces, me di cuenta que antes yo meditaba, me calmaba y al salirme de la meditación, esa calma pasaba a ser una amenaza, pasaba a ser un motivo de sufrimiento, porque todo mi alrededor pasaba a amenazar esa calma, estaba convirtiendo la meditación en una técnica, en una cosa, y la meditación no es una cosa, es un estado de la conciencia, es una reflexión, es una mirada interna. Dejé eso y después la vida me fue marcando las pautas de dónde mirar en mí, puedo meditar qué es sentirme abandonado o qué es sentir esa soledad de la cual hablábamos antes.
No digo con esto que sea incorrecto meditar en una postura, sino que es limitarlo.
Lo que desprendo de lo que dices es que si uno vive receptivo de sí mismo y de de su entorno, eso, necesariamente va de la mano con el vivir el presente.
-Sin duda, sin duda. Con eso llego a otro punto también, que la mayoría de las personas confunde, estar en paz no necesariamente tiene que ser estar cómodo, puedes sentirte en paz con la incomodidad, porque te sientes incómodo en el presente. Es decir, no es lo mismo si alguien me insulta a que si alguien me halaga, pero es obvio que cuando es en presente estoy en paz, y el insulto o el halago serán anécdotas.
¿Cómo interpretas lo que es el tiempo, según tu forma de vivirlo?
-El tiempo es una ilusión, es una construcción que la mente humana hace para poder concebirse a sí mismo como una persona temporal.
Para mí el tiempo es esférico, eso significa que cuando estás en el presente, puedes ver que todos los tiempos son presentes, sino no puede ser, el instante de terminar estar entrevista va a suceder en el presente y lo que sucedió ayer, sucedió en presente. Eso hace que si pones todos los puntos en presente, la línea temporal se convierte en volumen, toma una nueva dimensión y se convierte en esfera. ¿Por qué el futuro se construye en el pasado? y esto es muy interesante, porque tú construyes tu tiempo antes de entrar en el tiempo, por lo tanto, en el primer instante en que vives el tiempo, la construcción de ese tiempo ya fue construida, pero fue construida fuera del tiempo. Es muy sicodélico, muy abstracto para la mayoría de las personas, pero para mí es palpable, palpable. Yo no he hecho nada en mi vida que no haya sido en el presente. Eso no quita que muchos perciban el tiempo como tiempo lineal, a mí también me ha ocurrido muchas veces, pero sé que esa percepción es falsa.
¿La cuántica habla de los futuros posibles, se podría comprender desde ahí también?
-Totalmente, cuando yo vi esto, me transformó la vida, porque cuando el tiempo es esférico significa que todos los presentes están dentro de esa esfera, y uno pensaría, ¿entonces está todo escrito? No, porque esa esfera es también conciencia, está viva, y tú como ser que estás viviendo cada instante, te transformas; todos los instantes de la esfera se transforman. Cada vez que nos dejamos impactar por la vida, nos transformamos de tal manera que se transforma todo.
¿Qué estoy diciendo con esto? que somos creadores, que estamos creando el pasado, el futuro a tiempo real, en el presente, pero no lo puedo hacer sino estoy en el presente, que es el único lugar donde ocurre todo.
Los libros que escribo y las charlas que hago no están diseñadas para que las personas al leerlo o escuchen comprendan (la realidad), sino para que les toque algo que los lleve a preguntarse si lo que veo, vivo y recuerdo es realmente así como lo veo, lo vivo y lo recuerdo, porque ahí se abre algo que el libro no te lo cuenta, sino que tu vida lo está contando.