“El tarot es una herramienta que habla a quien sabe prestar oído y muestra al que se atreve a mirar”. Si partimos de esta premisa podemos aceptar que en nosotros algo puede abrirse a un mensaje que pese a provenir del exterior, logra sincronizar con una búsqueda interior.
El propósito de esta columna es poder iluminar tu camino tal como lo haría un faro con los navegantes, facilitando el regreso a tu centro desde donde surgen todas las posibilidades de realización. Espero, de todo corazón, que los mensajes entregados y que extraigo de un humilde mazo de Tarot resulten para ti de gran ayuda; confío también en que llegarán al corazón de aquellos que lo necesiten en el momento indicado.
TEMPLANZA, LA ESTRELLA, EL COLGADO
Cada vez que sanamos un aspecto de nuestra persona mediante la resolución de un nudo interior tenemos la posibilidad de entregar belleza en nuestro entorno, de lo contrario sembraremos toxicidad. En las cartas de este mes nos muestra que el ángel de Templanza realiza con sus ánforas una acción que permite el libre flujo de las energías a un nivel personal mientras que La Estrella entrega las energías limpias y renovadas a su alrededor. Somos seres planetarios y no vivimos separados de los demás. Entonces, si la casa que está junto a la mía se está incendiando también es mi problema. Tenemos una responsabilidad con los demás, y si frenamos el flujo de energía divina que pasa a través nuestro para ser finalmente entregado, frenamos la vida en nosotros.
Por su parte, el Colgado esconde sus manos para no elegir, pues simplemente se entrega a lo que es. Acá no domina el ego, porque éste se ha puesto al servicio del Ser Superior en absoluta aceptación. En palabras de San Agustín “No busques dar…, date a ti mismo”.
Esta lectura que se inicia en revista Las Magas, es una clara invitación a sanarnos para luego entregar limpios los dones recibidos y, al mismo tiempo, colaborar en una obra colectiva.